Madrid es una ciudad que tiene una oferta muy variada, innumerables lugares que ver y rincones en los que perderse. Siendo sinceros, Madrid, es una ciudad que no se puede ver completa en un solo día, por todo lo que abarca, desde sus barrios más míticos a sus monumentos y plazas más emblemáticas. Pero sí que se pueden visitar los lugares más importantes si te organizas una buena ruta y unos horarios a seguir.
Madrid es una ciudad que te enamora con solo pasear por sus calles, por su luz, armonía y su vida.
¿Sólo un día en Madrid? 24 horas para disfrutarlo
Si solo se dispone de 24 horas hay que hacer una ruta con unos horarios algo ajustados, por ello es importante que madrugues un poco ya que estarás visitando lugares desde por la mañana hasta por la noche para poder disfrutar lo máximo de la ciudad y así poder saborear todos sus encantos.
A continuación, estableceremos una ruta organizada para ver el máximo de todos los atractivos que alberga la ciudad.
Ruta: Un día por Madrid
Empezaremos la mañana con un buen desayuno en la Plaza Mayor, una de las plazas más emblemáticas de la ciudad. Ahí podremos degustar el típico desayuno madrileño; un buen café con churros.
Después, muy cerquita de la Plaza Mayor, bajando por la Calle Mayor se encuentra la famosa “Puerta del Sol “, nadie que venga a Madrid puede dejar de visitar esta mítica plaza, donde se encuentra el km 0 de las carreteras españolas. Y no te puedes olvidar de hacerte una foto con el oso y el madroño, emblema de la capital.
Seguiremos por una de las calles más famosas de la capital, que empieza justo en la Puerta del Sol: La calle de Alcalá. Caminando por esta mítica calle, mientras observamos sus emblemáticos y famosos edificios, llegamos a la fuente más famosa de la capital: La Cibeles. Aquí encontraremos el ayuntamiento de Madrid, uno de los edificios más majestuosos de la ciudad, así como el Banco Central. Si seguimos avanzando por la calle de Alcalá nos encontraremos de frente con la mítica Puerta de Alcalá, construida por Carlos III. Justo a la derecha esta la entrada principal del Parque del Retiro, uno de los pulmones verdes de Madrid dond puedes pasear por sus jardines y montar en barca en el más que conocido estanque, donde se alberga el majestuoso monumento a Alfonso XII.
Muy cerca también está una de las arterias más importantes de la capital que comienza en la plaza de Cibeles: El Paseo del Prado, que alberga los tres museos más importantes de la capital: El museo del Prado, el museo Thyssen-Bornemisza y el museo Reina Sofia.
Una vez hayas paseado por estos maravillosos lugares, habrá llegado la hora de comer, y qué mejor que probar el plato típico madrileño: el cocido; en restaurantes típicos como La Bola o La Taberna del Alabardero.
Ya por la tarde, podemos empezar visitando la Plaza de España, plaza que alberga el famoso monumento a Cervantes, con las estatuas de Don Quijote y Sancho. Muy cerca se encuentra el Templo de Debod, majestuoso monumento que fue un regalo de Egipto a Madrid.
Sin salirnos de la zona, llega el momento de conocer el impresionante Palacio Real, donde se hacen las recepciones más importantes, rodeado por los jardines de Sabatini y los jardines del Campo del Moro. El Palacio se sitúa en la mítica Plaza de Oriente, que también alberga el Teatro Real, que hace muy poco cumplió 200 años. A escasos metros se encuentra la Catedral de La Almudena, que fue consagrada el 15 de junio de 1993 por Juan Pablo II.
Y por fin llega el momento de conocer, sin duda, la calle más emblemática de la ciudad: La Gran Vía y sus históricos edificios. Los cines, lo teatros y los musicales. Aquí arranca el Broadway madrileño. Además, la Gran Via alberga las principales tiendas de moda para que puedas hacer tus compras. Y no hay que olvidar que, en el número 61 se encuentra Vitium Urban Suites, hostal boutique de lujo donde alojarte en tu estancia en Madrid.
Ya llegando al final de la tarde y entrando en la noche, es hora de visitar los barrios míticos de la ciudad, como el de las Letras o el de los Austrias, donde tomar una caña en la Plaza de Santa Ana, cenar en el barrio de la Latina y disfrutar de una velada inolvidable antes de finalizar el día en la madrileña y castiza Plaza de Cascorro.